Álbumes de Hořovice

No es necesario ser testigo presencial ni haber trabajado durante varios años en la gastronomía para conocer el ALBA de Hořovick.
Este fabricante puramente checo con más de 120 años de tradición de producción ha tenido un gran nombre a lo largo de su existencia. El famoso equipamiento de cocina ha encontrado cientos de miles de clientes satisfechos en muchos países, especialmente en restaurantes y cantinas, operaciones de cocinas de gran capacidad como hospitales, escuelas y militares.

Los primeros recuerdan la "A" alada de 1946, pero la primera piedra de la fábrica ya se colocó el 23 de noviembre de 1883. En aquella época, la máquina de vapor impulsaba las máquinas de producción. Hoy es electricidad y tecnología moderna.

Pero empecemos desde el principio.
Comenzaron con calderas, chimeneas y estufas hace más de 100 años. Además, ampliaron el programa de producción para incluir la producción de vajillas, bañeras y, antes de la Primera Guerra Mundial, la producción de guerra. Después de su finalización, se dedicaron principalmente a grandes equipos de cocina, con los que equiparon todos los cuarteles de Checoslovaquia.

En 1925, también sale de las líneas de producción la versión de gas del dispositivo térmico y tres años más tarde es uno de los primeros en introducir un sistema para buscar pedidos de viajeros de negocios. 

La Segunda Guerra Mundial cambia el programa de producción a producción en tiempos de guerra, hasta su final. El primer trimestre de 1946 está marcado por la nacionalización, que tampoco evitamos, al mismo tiempo que aparece en el nombre de la empresa el actual ALBA. Sin embargo, durante el período de propiedad estatal, el nombre cambió siete veces más.

Hace 50 años comenzaron la producción de las ya legendarias batidoras, las llamadas "Eréček", y lavadoras. Los premios llegaron pronto. En Bruselas, Montreal, pero también en Japón, concretamente en forma de prestigiosas medallas de ferias.

Los años 80 fueron años de cooperación con fabricantes alemanes y suizos y de exportaciones masivas a países del RVHP, pero también a los llamados países occidentales. Lo más destacado de esta era fue la medalla de oro del Gran Premio en la exposición mundial INTECO y clientes satisfechos en cuarenta y cuatro países. Y eso acabó con el monopolio…

EL CAMBIO DE MILENIO…
La democracia infundió esperanza y fuerza al ALBA de Hořovice. Fueron privatizados en 1995. El nuevo propietario, un comerciante experimentado en equipos gastronómicos, inició con sus asociados cambios urgentes en la obsoleta fábrica. La gestión se centró en la competitividad de los productos de Alba. Y pronto quedó claro que había apostado a una buena carta.

El resultado fue el sistema de cocina modular Classico, que posteriormente recibió el Gran Premio Inteco, el Gran Premio Gastra y el Silver Siesta. Al mismo tiempo, en el programa de producción se mantuvieron los innovadores Standard, los hornos de convección y las lavadoras. Sin embargo, lo cierto es que el departamento de desarrollo no duerme y está preparando una serie de nuevos productos.